CONTAR DESDE ADENTRO: PROPÓSITO Y PERSPECTIVA DE LA SISTEMATIZACIÓN
En Bojayá, Chocó, venimos construyendo lazos que preservan la cultura y que nos permiten sobreponernos a la violencia. Sin embargo, ello no ha sido tarea fácil debido a los cambios abruptos que nos causaron la masacre de Bojayá el 2 de mayo de 2002 y los hechos asociados anteriores y posteriores a esta masacre, en los que mueren 102 personas, son desplazadas todas las comunidades del Medio Atrato, confinadas las comunidades indígenas del río Bojayá y lesionadas gravemente 164 personas que al día de hoy no reciben atención médica especializada.
Exhumar, identificar e inhumar a los muertos no son prácticas habituales de las comunidades negras e indígenas de la cuenca media del río Atrato. Sin embargo, la fuerte relación que existe entre muertos y vivos, las incertidumbres y errores en la información sobre dónde estaban los muertos y su identidad, las personas desaparecidas y la necesaria mediación que en la construcción de dicho vínculo cumplen los rituales mortuorios suscita para líderes, lideresas y comunidades organizadas del Medio Atrato la necesidad urgente de revisar los procedimientos que el Estado colombiano había realizado para identificar a las personas asesinadas entre abril y mayo de 2002 en el contexto de la masacre de Bojayá.
Compartimos los resultados del trabajo investigativo y de sistematización del proceso de búsqueda, exhumación, identificación y entierro de las víctimas de la masacre, que tiene lugar entre mayo del 2017 y noviembre del 2019. Estos procedimientos materializan el largo recorrido que las comunidades afros e indígenas de Bojayá y del Medio Atrato chocoano hemos emprendido para reclamar y garantizar nuestros derechos a la verdad, al duelo, al ritual y al entierro digno de nuestros seres queridos, y contra la impunidad que permanece frente a las violaciones y atrocidades cometidas en el territorio.