
El sistema deficiente de inhumación de emergencia, las condiciones climáticas y de seguridad para el trabajo forense y la manera como se hace el registro –informes periciales y mapas topográficos– y sin rayos X en el 2002.
» Los momentos del proceso
IDENTIFICAR E
INDIVIDUALIZAR
«Nosotros apenas vamos a conocer la verdad»: estableciendo la identidad irrefutable de las víctimas
"Algo muy importante, porque como les digo nosotros apenas vamos a conocer la verdad, no la hemos conocido realmente la verdad de nuestros muertos […] que nuestros muertos estén aquí en su tierra todas las hermanitas, la mamá ya nuestros familiares estén tranquilos. [Hasta que] nosotros no conozcamos realmente la verdad nuestros muertos no van a quedar en paz. En paz quedamos el día que ellos lleguen aquí, a estas tierras, con su nombre, que sí realmente esa es la persona que uno cree que es ¿ya?
BETSY VALENCIA
Poder establecer sin lugar a dudas «quién era quién», como dice Betsy Valencia, es uno de los propósitos centrales de las exhumaciones y el camino que las familias consideran se debe seguir para llegar a conocer la verdad y restituir de manera digna la identidad de sus seres queridos. En los procesos forenses, la meta central es encontrar, confirmar y devolver a los restos y cuerpos un nombre, su identidad, con el fin de abrir espacios en los que las familias y comunidades puedan elaborar el duelo y celebrar los rituales que permitan el entierro digno y de acuerdo a los modos de entender la muerte y las prácticas mortuorias locales. Para el caso de Bojayá es, también, una lucha contra la impunidad y al esclarecimiento de la verdad sobre los hechos, circunstancias y las causas de muerte o desaparición.
Una vez se entregan los cuerpos de las personas fallecidas al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en Medellín, una nueva etapa inicia para confirmar científicamente la
identidad fehaciente
Se trata de los rasgos propios de una persona que la caracterizan y diferencian frente a los demás. La meta en el proceso de identificación forense es lograr confirmar dicha identificación mediante métodos como la carta dental, el estudio genético o las huellas dactilares.
de las víctimas. La búsqueda de la verdad de los familiares de Bojayá y de lograr «estar tranquilos» y hacer el duelo se pone en juego durante los más de dos años de espera e incertidumbre que siguen a la llegada de los cuerpos a Medicina Legal.
Pero la labor de identificar e individualizar enfrenta grandes retos y dificultades que resultan de múltiples factores: las deficiencias y errores que caracterizan el análisis, individualización e inhumación que realiza la Fiscalía General de la Nación en el 2002; las dudas que tienen los familiares respecto a si quien está inhumado es realmente su familiar y si el lugar en el que se dice que está enterrado es el correcto; el profundo deterioro de las estructuras óseas; las discrepancias entre las fuentes de información; el nivel muy alto de mezcla de cuerpos y
estructuras misceláneas
Todas las estructuras óseas que no se puedan asociar a los individuos o a los grupos (Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, 2016).
dentro de una misma fosa, y los múltiples casos de presencia en las fosas y en las mismas bolsas de partes y restos de dos o más individuos. Muchos de ellos convergen en el caso de la fosa 75 donde se encuentran los fragmentos y restos de los cuerpos de aproximadamente treinta víctimas de la masacre. Con la tecnología disponible actualmente no es posible identificar e individualizar cada cuerpo por el alto nivel de mezcla y la fragilidad y deterioro de las estructuras óseas.
Esa necesidad y exigencia de, como dice Luz Amparo Córdoba Cuesta, familiar, «esclarecer cuál era nuestro doliente y esa persona que le vamos a rezar sus padrenuestros» guía la búsqueda y recopilación de información que pueda contribuir a la
identificación
Proceso mediante el cual se establece la identidad de un individuo u objeto. Es un proceso técnico-científico que evalúa un conjunto de variables que individualizan a una persona y la diferencian de las demás, para ello se acude a características físicas, psíquicas y a aspectos socioculturales. Identificar es comparar y equivale a adelantar un proceso técnico-científico de comparación entre dos o más conjuntos de variables (Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, 2016).
e
individuación.
En antropología y odontología es el proceso mediante el cual se busca establecer la relación anatómica entre estructuras óseas de un cadáver o en un conjunto de segmentos anatómicos mezclados de varios cadáveres. El proceso puede ser respaldado por análisis genéticos para determinar la relación de uniprocedencia –si pertenece a un mismo individuo–. En medicina es el conjunto de rasgos específicos que diferencian una persona de otra, como señales particulares, entre otras (Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, 2016).
Si bien la responsabilidad central de esta tarea está con Medicina Legal, también la comunidad, sus asociaciones y demás instituciones cumplen papeles importantes durante los meses que van de la exhumación al entierro final.
Para la labor, Medicina Legal dedica un espacio adicional y exclusivo en una sede del municipio de Itagüí. En la sede de Medellín se acondiciona también el espacio para el trabajo interdisciplinario de laboratorio y análisis con profesionales de otras ciudades. Dos equipos interdisciplinarios trabajan constantemente. En julio de 2017, un grupo de representantes de distintas instituciones así como de la comunidad se reúnen en Medellín con dos integrantes de Medicina Legal para conocer los procedimientos que se realizarán y poder establecer la identidad de los cuerpos. El encuentro es también una oportunidad para hacer preguntas sobre sus familiares y el proceso.
“¿Cómo saber si a quienes les entregaron son realmente sus familiares?”, “¿cuántos cuerpos hay?”, “¿puede lograrse la identificación cuando se tiene tan solo un hueso y este es de un niño o van a tomar el ADN de todos?”, “¿van a hacer algún examen especial para comprobar que había siete mujeres en estado de embarazo?”, “¿cómo van a proceder de manera que se reconozca que esta es población afrochocoana?”.
Al responder a estas preguntas, los médicos forenses explican que si bien van a tener en cuenta la información que la Fiscalía recoge durante los procesos de
exhumación
Sacar a una persona o cosa del lugar en el que estaba enterrada; especialmente un cadáver (Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, 2016).
e
inhumación
Acción de enterrar o depositar en los cementerios los cuerpos de la persona fallecida y segmentos (partes) corporales humanos (Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, 2016).
y sus
informes de necropsia
Es un documento escrito realizado por un médico o equipo forense donde se da a conocer la causa y las circunstancias del fallecimiento de una persona. El informe de necropsia es el resultado de un examen realizado al cuerpo de la persona muerta o partes de él (puede estar fresco, en descomposición o en restos óseos) para ayudar a establecer la identidad de la persona, el tiempo de su muerte, y las circunstancias en que ocurrió: causa, tipo de arma y/o responsable.
en el 2002, a cada cuerpo y a cada hueso se le va a hacer todos los pasos para identificar quién es y por ello se le harán
análisis odontológicos,
Proceso técnico que sustenta la comparación entre los datos –características individualizantes de las estructuras dentales y sus elementos de soporte– ante mortem y post mortem –aquellos documentados en el cadáver y autopsia oral–, correspondientes a tratamientos odontológicos, características anatómicas y patológicas específicas que permiten establecer que los hallazgos analizados corresponden a un mismo individuo (Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, 2016).
de balística,
Exámenes que permiten alcanzar conclusiones de valor forense acerca de heridas de bala y de los proyectiles recuperados de estas (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, 2016).
de prendas,
Se basa en la documentación de características tales como forma, estilo, color, talla y material de la ropa recuperada de un cuerpo la cual se contrasta con la descripción de las prendas aportada por los familiares. Este análisis puede ayudar en los procesos de identificación del cuerpo.
de genética
Metodologías aplicadas a tejidos tales como piel, sangre o hueso, que permiten obtener y estudiar la molécula del ADN. Dado que el ADN se hereda de nuestra familia biológica o de sangre, el estudio de esta molécula permite identificar si una persona forma parte o no de un grupo familiar en particular.
y una
necropsia.
Procedimiento mediante el cual se obtiene información para fines científicos o jurídicos a través de observación, intervención y análisis de un cadáver; en forma tanto externa como interna y teniendo en cuenta, cuando sea del caso, el examen de las evidencias o pruebas físicas relacionadas con el mismo, así como las circunstancias conocidas como anteriores o posteriores a la muerte (Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, 2016).
De esta reunión y en los intercambios del Comité, Equitas y Medicina Legal se acuerda que la
información ante mortem
La documentación de información ante mortem es una parte muy importante del proceso de identificación, en donde se busca comparar la información que proviene del cuerpo al cual se le realizan análisis forenses y la información ante mortem que proviene de los datos de la persona fallecida, antes de que sucedan los hechos que llevan a su muerte.
de cada víctima es vital para lograr esta meta. El método que adopta Medicina Legal se conoce como el de
identificación por líneas de evidencia.
Así lo explica el doctor Kevin Fabián Mejía
… hay una nueva tendencia y al entender del Instituto es hacer la identificación por líneas de evidencia, ¿cómo es ese tema? O sea que se suman un montón de cosas, se recolecta la información antes de la muerte [información ante mortem], y se comienza a comparar con lo encontrado después de la muerte […] cuál era la talla, cuánto medía, no sé qué… bueno, cuáles eran las prendas que tenía puestas, si había tenido algún tipo de cirugía, qué tratamientos había tenido en los dientes, porque entonces todo eso sí se suma. […] todas esas líneas de evidencia me van encaminando para poder tener una evidencia.
La posesión de documentos y el registro en sistemas y las mismas historias médicas son escasos. Además, se devela que existen sesgos en los parámetros y criterios de identificación, establecidos de acuerdo a un criterio más urbano, blanco y occidental y sin consideración a las prácticas alimenticias de la región y sus manifestaciones en la fisonomía de las personas. La edad aproximada que reporta la Fiscalía en el 2002 y la edad real de las personas no concuerdan.
Por ello, el Comité y Equitas con el apoyo psicosocial de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas acuden a la oralidad y la memoria, al rencuentro familiar, a la cartografía, a las herramientas forenses para realizar entrevistas familiares que faciliten los procesos técnicos. Con base en este material, Equitas organiza la información, genera
árboles genealógicos
Cuadro descriptivo que muestra las relaciones, orígenes y ascendencia de una familia.
y mapas de ubicación de las víctimas en la iglesia y realiza un análisis forense para el establecimiento de las circunstancias de la muerte. Toda esta información –incluyendo los informes del 2002– se contrasta entre sí como insumo para el proceso de identificación e individualización.
Cada vez que las personas bojayaseñas se reúnen con Medicina Legal ponen de presente cuál debe ser el cuidado y tratamiento de las personas y sus restos desde una perspectiva afroatrateña. Durante el encuentro en julio de 2017, María Pascuala Palacios les indica sobre la importancia de conservar la tierra que viene con los cuerpos y en cada hueso. El Comité, mediante un derecho de petición, ya había solicitado preservar todas las prendas y la tierra porque, como lo explica Yúber Palacios, «por cultura la tierra hace parte del cuerpo de nuestro ser querido, la tierra también es del todo nuestra».
Maria Aurelia Moreno, madre de Argenio Palma Moreno e hija de María Eusebia Mena fallecidos en la masacre, explica la importancia de esta preservación:
… esa tierra que sacan de los huesos, para nosotros es [parte de] la cultura chocoana, que no se la dejen allá y que se la traigan acá [...] porque es que no puede quedar allá. Ellos tienen que quedar acá en su municipio, como hacerle un hoyo y enterrar esa tierra porque esa tierra depende de los familiares de nosotros, pa’ que no queden por allá porque quedan volando por allá en tierra ajena en Medellín. Que lo traigan acá, manquesea cada quien le va poniendo una ramita de recuerdo.
Este es uno de los tantos ejemplos que ilustran lo que en las instituciones se refiere como el enfoque diferencial o étnico, que no puede reducirse a unos lineamientos sobre «usos y costumbres» sino que exige un trabajo constante de consulta y aprendizaje por parte de funcionarios/as y expertos/as forenses que requieren escuchar, intercambiar y aprender sobre la dimensión técnico-científica del saber local.
Para recoger la información ante mortem, un equipo conformado por un integrante del Comité, uno del equipo psicosocial de la Unidad para las Víctimas y dos profesionales forenses de Equitas se distribuyen por familia y sector geográfico –Bogotá, Quibdó, Bellavista, Pogue, Vigía del Fuerte, Medellín– para realizar entrevistas y compartir con cada familia. A las entrevistas asisten los integrantes de la familia extensa en todos sus rangos de edad.
Integrantes del Comité como Máxima Asprilla y Delis Palacios aportan su profundo conocimiento de la historia local y de las familias para poder «armar el árbol». Ellas conocen «las raíces de una familia u otra» y saben «de dónde venía cada familia». Esta labor aporta, facilita y agiliza el trabajo forense puesto que los/as profesionales se enfrentan a muchos retos de comprensión sobre lo que constituye una familia, las relaciones familiares, los niveles de consanguineidad, la inclusión de parientes de crianza, usos de apellidos, la relación de nombres y sobrenombres y las formas de parentesco entre familias afroatrateñas.
… yo agradezco la memoria del señor Macario Asprilla Murillo, mi abuelo, que en paz descanse, porque él de niña me quiso mucho entonces él siempre empezó pues como a contarme sus raíces, y aprendí de eso, que había que tener muy en cuenta de dónde venía cada familia […] Ese fue mi fuerte: saber inicialmente de dónde venía cada familia […] Lo hice a mi memoria, fue por mi memoria, porque yo les armaba el árbol, por lo menos.
- Máxima Asprilla -
El material recogido –con base en la oralidad y memoria de las familias y de quienes estuvieron presentes en la iglesia San Pablo Apóstol, así como en la recuperación de archivos personales y familiares– comprende la recolección de información ante mortem La documentación de información ante mortem es una parte muy importante del proceso de identificación, en donde se busca comparar la información que proviene del cuerpo al cual se le realizan análisis forenses y la información ante mortem que proviene de los datos de la persona fallecida, antes de que sucedan los hechos que llevan a su muerte. de 83 víctimas y la elaboración de árboles genealógicos de 22 familias. Luz Adriana Pérez, funcionaria de Equitas y bióloga, describe:
Con respecto a la construcción de árboles genealógicos, fue un proceso de construcción e integración de la información de la comunidad, y de integración, por ejemplo, de la información que tenía en su saber Máxima, y que nos fue compartida y que nos fue confiada a nosotros. Fue un proceso que permitió de alguna manera que las familias tuvieran un espacio de memoria de sus seres queridos, lejanos y distintos al evento de la masacre per se.
Adicionalmente a estos árboles genealógicos y al análisis de los informes del 2002 de la Fiscalía, Equitas realiza planos de la planta de la iglesia en los que se establece el punto de ubicación de las víctimas y las familias en la iglesia en el momento en que estalla el cilindro bomba, los movimientos de las víctimas por la onda explosiva, y las categorías de afectación ósea. Esto aporta a aclarar las numerosas dudas que tenían quienes estaban en la iglesia y sobreviven y los familiares sobre, por ejemplo, ¿por qué algunas personas que estaban cerca al altar donde cae el artefacto explosivo sobreviven? Además, este ejercicio de complementación de información permite finalmente generar una lista de los nombres y apellidos de las víctimas puesto que había múltiples listados de las instituciones con discrepancias entre ellos.
Se acuerda que el mecanismo a implementar para la entrega de informes bimensuales a la comunidad serán cuatro
mesas técnicas
En las mesas técnicas que se realizan durante el periodo de identificación e individualización de las personas víctimas de la masacre se presentan avances del proceso forense, se hace seguimiento a los casos de personas desaparecidas, al caso del cementerio de Riosucio y al de los nonatos. Estos avances e información, los comparte el Comité en los encuentros de la Asamblea de Familiares de Bojayá y allí se toman decisiones y establecen lineamientos. Durante las mesas técnicas, los integrantes del Comité y Equitas aclaran a los profesionales sobre los vacíos o interrogantes que tienen y comparten conocimientos e información desde el territorio.
–con la presencia de funcionarios/as de las distintas instituciones implicadas– en las que se presentan avances del proceso forense y se hace seguimiento a los casos especiales. Estos avances e información los comparte el Comité en los encuentros de la Asamblea de Familiares de Bojayá y allí se toman decisiones y establecen lineamientos para continuar con la labor. Durante las sesiones de las mesas, como lo expresa José de la Cruz Valencia al doctor Kevin Fabián Mejía durante una entrevista, se puede «complementar con ese conocimiento territorial que muchas veces nosotros terminamos compartiendo con la doctora Karen [...] entonces para nosotros sí ha sido una ganancia».
Pese a ello, el cronograma de los cuatro a siete meses pactados no se cumple por dificultades en la individualización e identificación, por lo que la espera se convierten en fuente de preocupación por tener a las personas muertas lejos de su territorio y las implicaciones que esto conlleva. Los dilemas son muchos, como lo expresa Delis Palacios,
… si Delis tuviera que tomar la decisión, yo les diría “vamos, recojamos nuestros cuerpos en Medicina Legal, toditos, traigámoslos y enterrémoslos. Asumamos que esos son nuestros muertos sin importar cómo se llama cada uno. Son todos nuestros, son todos del pueblo bojayaseño y vamos a enterrarlos y suspendamos”, porque sentimos que llegamos a un momento donde esto se nos salió como de control y es una cosa gigantesca de recursos que se necesita para cada cosa […] Necesitamos enterrar los muertos, los muertos no necesitan nada más pero ya tomamos la decisión de que había que identificarlos, pero bueno, toca seguir.
En octubre de 2019, dos años y tres meses después de la llegada de los cuerpos a Medellín, Medicina Legal finaliza el proceso. El total de personas víctimas de Bojayá que el proceso identifica es 102. El cuadro a continuación explica este universo del total de víctimas.
Para cada una de estas personas incluyendo a las personas desaparecidas, a los nonatos Persona que aún no ha nacido, pero se encuentra en el vientre de la madre. y el conjunto de estructuras misceláneas hay una bóveda en el lugar de disposición final que honra y alberga permanentemente a los sagrados espíritus de las víctimas de la masacre de Bojayá.
Durante la presentación en el 2016 del informe del 2002 de la Fiscalía, los familiares sobrevivientes aprenden sobre el tipo de heridas/lesiones que sufren quienes fallecen en la iglesia tras la explosión del cilindro bomba y las causas de muerte. La presentación genera perplejidad cuando en algunos casos se reporta sobre heridas y muerte por proyectil de arma de fuego, por lo que se piden aclaraciones de por qué se atribuye la muerte a un proyectil de bala dentro de la iglesia cuando se trata de un artefacto explosivo.
Los
informes de balística
Documento escrito que contiene la información relacionada de los proyectiles recolectados en una escena específica. Este tipo de informe es realizado por técnicos forenses especialistas en balística quienes pueden usar técnicas físicas y/o químicas para alcanzar conclusiones de valor forense acerca de las heridas de bala o de los proyectiles recuperados de la escena.
que preparan los expertos en el 2017 y el 2018 establecen que los proyectiles resultan del artefacto explosivo y no de un arma de fuego. Un experto en explosivos confirma en el 2019 que «la explosión fue la responsable, en gran medida, de la gravedad de las lesiones sufridas por las víctimas, no solo por las víctimas mortales sino también por los sobrevivientes». El análisis del experto permite comprender que algunas personas a pesar de que estuvieron en zonas cercanas al punto de impacto del cilindro, pudieron sufrir un menor impacto de las ondas explosivas, posiblemente porque se encontraban en una posición que reducía el impacto de la onda en su cuerpo.
Las heridas/lesiones varían de persona a persona, pero es el trauma múltiple generado por lesiones severas lo que causa la muerte de las personas. Los casos de Ubertina Martínez Guardia, Leyner Rentería Rivas, Yimmy Mosquera, Diego Luis Córdoba, William Córdoba, Fredy Urrutia, Estivinson Palacios, Juan Mosquera y Saturnino Chaverra son diferentes, puesto que fallecen por impactos de bala en Napipí y Vigía del Fuerte.
Para sobrevivientes y familiares de las víctimas, así como oficiantes del saber ancestral de los pueblos afros y embera del Atrato e integrantes del Comité, los bebés de las mujeres que estaban embarazadas y tomaron refugio en la iglesia también son víctimas de la masacre. Su carácter de víctimas es incuestionable para las comunidades bojayaseñas y está enlazado a la consideración que se hace desde el saber ancestral y el territorio que, aunque no hubieran nacido, ya existían como personas, o de manera más precisa, se encontraban en proceso de formación como personas. A lo largo de todo el proceso, el Comité comunica a las instituciones oficiales sobre la importancia de reconocerlos, de acuerdo a la cultura, como víctimas personas.
Esta exigencia de reconocimiento como personas que fallecen en el vientre de sus madres la hacen los familiares y el Comité desde su derecho como comunidades étnicas al ejercicio y respeto de su visión del mundo y específicamente de sus nociones de persona. Para el pueblo afrochocoano son personas: ya tenían nombre, se sabía la sustancia con la que serían
ombligadas
Saulo Enrique Mosquera nos explica sobre el proceso que «cuando un niño nace, la comadrona o partera le corta el ombligo. Cuando se cae el ombligo, empiezan a estar al cuidado de este, hasta que está sano. Cuando ya el ombligo sana, empiezan a ponerle plantas, elementos de la naturaleza [...] El ombligado es quien al nacer experimentó ese ritual».
y las
parteras
Persona que tiene por oficio asistir a la mujer en el parto, basándose en el conocimiento ancestral transmitido de generación en generación.
ya se relacionaban con su ser.
Pero, como menciona Leyner Palacios, esta exigencia tropieza con dos dificultades. De una parte, Medicina Legal intenta encontrar evidencias del embarazo, pero no lo logra. Por otra parte, el marco jurídico de las mismas leyes de víctimas y la manera como en la ley se define quién es una persona. Ante el impase, se acuerda realizar unas acciones concertadas de memoria y un homenaje simbólico a estos bebés durante el entierro final y en el diseño y organización del lugar final de reposo de las víctimas. El Comité acepta esta opción, pero deja claro que esta desconoce sus modos de ver el mundo, conocimiento y cultura y dejan abierta la posibilidad de llevar este asunto sobre el concepto de persona para los pueblos afrochocoanos a la Corte.
El sistema deficiente de inhumación de emergencia, las condiciones climáticas y de seguridad para el trabajo forense y la manera como se hace el registro –informes periciales y mapas topográficos– y sin rayos X en el 2002.
El largo tiempo transcurrido (15 años).
Las graves afectaciones corporales y politraumatismos por las circunstancias violentas de la muerte que presentan la mayoría de las víctimas.
La fragmentación, alto nivel de descomposición de los cuerpos y el grado de afectación de los «elementos corporales».
Los cuerpos han sido altamente manipulados durante las diferentes intervenciones y por consiguiente se aumenta el riesgo que al cogerlos se fragmenten o pulvericen.
La mezcla y remezcla de partes de los cuerpos en varios momentos: a) cuando la misma población bojayaseña los recogen de la iglesia y los mezclan en bolsas porque era muy difícil establecer a quién pertenecía cada parte del cuerpo por el desmembramiento y dispersión de los cuerpos y sus partes, y b) las mezclas que se producen cuando los exhuman en Loma Rica y los inhuman en Bellavista y durante las intervenciones forenses en el 2002 cuando se mezclan en una misma bolsa fragmentos/estructuras óseas del cuerpo de personas diferentes.
Las discordancias que se identifican entre fuentes de información de las diferentes instituciones y los resultados erróneos o indeterminados.
Las inconsistencias y errores que se presentan en los registros de nombres y apellidos de las víctimas que mantienen las instituciones.
La documentación de los elementos probatorios es deficiente.
La pérdida de parte o la totalidad de las prendas de vestir.
Las familias extensas con alto nivel de consanguineidad.
Las condiciones climáticas, la acidez del suelo y la ubicación de las tumbas en zonas inundables.
La materialización de los procedimientos de exhumación, identificación, individualización, entrega y entierro final que tienen lugar entre el 2017 y el 2019 es resultado de este largo recorrido que las comunidades afros e indígenas de Bojayá y del Medio Atrato chocoano hemos emprendido para reclamar y garantizar nuestros derechos a la verdad, al duelo, al ritual y al entierro digno de nuestros seres queridos, y contra la impunidad que permanece frente a las violaciones y atrocidades cometidas en el territorio.
Exhumar:
Para los bojayaseños las exhumaciones se piensan como un momento ritual para el cuidado y el acompañamiento.
Enterrar:
Ritualizar y dignificar el tratamiento de los familiares asesinados en la masacre es un trabajo espiritual y simbólico...
Acompañar y cuidar
Acompañar y cuidar son las acciones que sostienen el trabajo ritual de la mortuoria, un trabajo colectivo...
Rencuentros reparadores:
Los encuentros son necesarios para decirles a la sociedad colombiana y al mundo, con nuestras propias voces, que la memoria permanece viva ...